Una auténtica basura.

En León – y me refiero sobre todo a la capital y los núcleos urbanos más importantes- se tira, deposita, traslada o quema nuestra basura; no se gestionan  adecuadamente nuestros residuos sólidos. Como mucho, se sellan vertederos, cubriéndolos de tierra vegetal; pero, aunque algunos nos esforcemos en nuestras casas o Ayuntamientos en separar  o reutilizar, sabemos ya que, quienes deberían  hacerlo,  no gestionan nuestros residuos; y que, lo que hacen, nos lo cobran muy caro y  huele muy mal.

La historia es significativa. Un vertedero en Santovenia, sobreexplotado durante más de veinte años, que se selló y punto. Después vinieron los traslados, a precio de oro, a  Calzada del Coto, Vigo o Avilés. Luego llegaron los fardos, supuestamente provisionales, que fueron pagados a millón, con un precio que incluía su definitiva retirada, y que continúan en Trobajo del Cerecedo- en la Vega del  Bernesga, y justo antes de las pocas huertas que aún permanecen al sur de la ciudad- y en Santa María- me gusta más decir que en  Valdefuentes del Páramo o en la Presa Cerrajera- .Millones de Euros siguen pudriéndose en fardos contaminantes y en zonas no aptas para ese uso.

Luego vino un centro provincial de tratamiento de residuos, que trata poco y deposita mucho; y cuyos responsables reconocen haber perdido millones por no separar y revalorizar adecuadamente nuestros residuos

Todo siempre con pactos de los responsables del PP y del PSOE, con el auspicio de UPL. En comandita y acuerdos políticos basados en el principio del yate: “Ya te pagaré, pero hazlo como sea que no sé cómo resolverlo”. Y se ha hecho;  y no funciona; y además no se ha pagado. Y como hay que pagarlo, ahora nos pasan la factura en la tasa de GERSUL. Una tasa que también está mal hecha, porque se basa en pésimos estudios de costes, ingresos y usuarios. En fin: una chapuza más que pagaremos los leoneses, y en  la que la presidenta de la Diputación- y del Consorcio-  pretende lavarse las manos alegando que la mayoría la tienen otros,  pero olvidando que esos otros y los suyos han pactado y repartido el negocio de nuestra basura  a su antojo y sin control durante años.

Pues que lo arregle.  Nosotros cumplimos: Separamos y reutilizamos en nuestras casas. Y además, pagamos;  y con lo que pagamos y los que somos da para mucho más que para esta mierda- con perdón- en la que nos han metido.