Me han gustado bastante, la verdad. Me refiero a las declaraciones del Secretario General del PSOE leonés, y alcalde de la capital, Don Francisco Fernández, en respuesta a las manifestaciones del Vicepresidente del Gobierno de España, Don Manuel Chaves, restando trascendencia al movimiento en contra de la Línea Sama-Velilla, y augurando que “las indemnizaciones a los municipios vencerían el actual rechazo social”.
La verdad es que Don Manuel se ha lucido y a nuestro alcalde Paco no le quedaba otra alternativa. Muchas veces le hemos criticado en esta columna, pero hoy debo reconocer que sus declaraciones me parecen claras, precisas y oportunas.
Otra cosa es si esa contundencia es solo una pose electoral, que sirva para atenuar los daños, y que podrá transformarse en pesar propio y compartido con toda la ciudadanía leonesa si el Gobierno finalmente da el plácet a la línea; o si, detrás de ese enfrentamiento abierto con el Vicepresidente de un Gobierno de su mismo partido, hay una verdadera postura de intransigencia con fuerza suficiente para ganar para León la batalla en el Gobierno de España que dirige el Leonés Zapatero. Las noticias que llegan de Madrid no son muy alentadoras, la verdad. Si finalmente se confirmara la aprobación del trazado propuesto, ya lo hemos dicho otras veces, habremos perdido no sólo una batalla más, si no la más importante de los últimos años para el futuro de la montaña leonesa.
Después de mirar el proyecto, de escuchar y leer todo lo que sobre él se ha dicho, y, sobre todo, de pasear por algunos de los lugares a los que la autopista eléctrica va a afectar irremediablemente, la conclusión es contundente. No pueden pasar, y es ya tarde para que León acepte ningún tipo de alternativa. La línea es un sinsentido y, por mucho que sea la apuesta inversora de Asturias para el próximo decenio, no soporta el más mínimo análisis medioambiental en los tiempos actuales.
Por eso me ha gustado que el alcalde de León sea contundente en su rechazo. Y por eso espero también, con mi amiga Camino, que Zapatero, por un lado, y nuestro presidente regional Herrera, por el otro, den un definitivo puñetazo en la mesa. El uno para dar carpetazo al proyecto, y el otro, para expresar, alto y claro, que la montaña leonesa no puede tolerar un nuevo desaguisado. De ellos dependemos. No lo vamos a olvidar.
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