Tormenta solar y en la Caja

La mañana se mueve  entre calor,  vientos de crispación y tormentas solares.

De crispación, división y enfrentamientos son los vientos que corren entre la politiquería leonesa a cuenta de la propuesta del consejo de Caja España de nuevo Presidente para la nueva caja unificada. Menuda bronca,  amigos. ¿Quién ha dicho que hay que guardar las apariencias? La guerra   es total entre partidos, candidatos y candidatas a la nueva poltrona, empresarios, medios afines, sindicalistas y la “gente con poder”. Se ha levantado la veda y ya vale todo. En los cenáculos leoneses circulan los dosieres, se ven las ambiciones y se clavan los puñales, así que se les está viendo el plumero. Detrás del aparente consenso de la fusión quedaba aún el ansia por controlar el poder para dejar el dinero; un poder que, para algunos, en estos tiempos de falta de crédito,  es casi tanto como el oxígeno para la vida.

Solares son las tormentas que se anuncian para el 2.012. Profecías mayas  sobre el fin del mundo; anuncios científicos sobre grandes “chorros” de Plasma y energía procedente del sol; y estudios sobre la  vulnerabilidad a esos “chorros”  de un sistema de vida absolutamente dependiente de las tecnologías eléctricas circulan desde hace tiempo por Internet y empiezan a aparecer en los medios más comunes.  Los más catastrofistas hablan de falta de electricidad y agua durante meses. Los escépticos presienten otro anuncio como el de la gripe A: Pocas nueces, mucho ruido y mucha más pasta para…los de siempre.

A mí lo de las tormentas solares, la verdad, no me preocupa demasiado. Sólo una buena tormenta solar impediría que  vosotros y yo sigamos pagando los recibos de nuestros créditos con  Caja España. Pienso, sin embargo,  que tanta bronca  por controlar la presidencia de la Caja se debe  a que, a  algunos,  esa presidencia, como a nosotros las tormentas, puede ayudarles con el pago de sus créditos.  No lo sé, quizás no sea eso, quizás  el calor afecta a mis ideas.

Al final las tormentas y los enfrentamientos, con su ruido mediático, terminan  siempre sirviendo para mostrarnos la verdad: Que nos gobiernan otros en su beneficio,   sin nuestro conocimiento y sin nuestra  participación. Ellos hacen y deshacen mientras nosotros, como La Tierra frente a las tormentas solares,  somos sólo indefensas briznas de polvo en el espacio.