La Sentencia del TSJCyL en relación a los presupuestos municipales del Ayuntamiento de León para 2.008 prometía animar el ambiente y provocar un debate a tumba abierta sobre cifras, presupuestos, gastos y responsabilidades por la situación de quiebra a que estamos abocados. No ha sido así. El candidato del PP, nada más conocerse la sentencia, saltó a la Plaza dispuesto a recibir el toro a porta gayola. Alguien debió decirle que templara, que ese toro podía cornear a anteriores alcaldes también. Así que, tras la cortina de humo del equipo de gobierno diciendo que la sentencia no tendría repercusión, todos callados.
Las cifras reales nadie las conoce. No están en la página web municipal, donde los únicos datos publicados son los del presupuesto de 2.009, la liquidación de este mismo ejercicio y un cuadro de indicadores 2.005 a 2.009 que está más desfasado que mi abuela. Por cierto; sería bueno que el Alcalde presentara, en la comisión sobre nuevas tecnologías de la FEMP que preside, los datos que se hacen públicos en nuestro Ayuntamiento como ejemplo vergonzoso de lo que no debe ser. Don “Paco F León”, así no debería usted presumir de Open Gobernement –gobierno abierto o transparencia de los datos públicos, en lengua leonesa llana- en ningún sitio.
Pues bien, estamos en la ruina. Una ruina de aproximadamente 250 millones de Euros, de la que son responsables todos los gobiernos de la ciudad de los últimos 25 años y que no ha sido bien atendida por este equipo de Gobierno; y la sentencia sobre el presupuesto del 2.008 viene a decir precisamente eso. Que la atención a los 45 millones de tesorería negativa, que teníamos en 31 de diciembre de 2.007, se pospuso a futuros planes de saneamiento –que, por cierto, luego no se han cumplido- pero que debió abordarse ya desde el primer año. No se hizo y quizás por eso la liquidación del 2.009, última con datos ciertos publicados, subió aún más esa cifra hasta los 70 millones de Euros.
Tocará austeridad, tocará adopción de drásticas medidas de reducción en personal y gastos corrientes, tocará apretarse el cinturón para situar a la ciudad en condiciones de seguir haciéndose; pero no podrán hacerlo quienes nos han llevado a esta catástrofe, quienes han aumentado desorbitadamente el gasto de personal; quienes ocultan los datos. Son y han sido siempre los mismos. No les votes.
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