miércoles, 16 de febrero de 2011

Insultando o trabajando


La  semana ha venido cargadita; y  no sólo de las noticias confirmando el asesinato de Marta Villallandre o sobre el nepotismo que propicia e deterioro ético de la política provincial. Me quedo con la confirmación estadística de nuestros peores presagios: El paro crece y no cesa. Alcanzamos ya la cifra de 40.000 personas inscritas en las oficinas de empleo, con un aumento de casi el 5% desde enero del 2.010 y sin alternativas económicas que den esperanza  a los parados o a nuestros estudiantes y Universitarios, que se incorporan a un mercado laboral saturado y no ven otra alternativa que la de salir de León. Pienso también en el levantamiento de los mineros. Encierros, manifestaciones y lucha denodada exigiendo la puesta en marcha del Decreto de ayudas al carbón -parado por los recursos de las eléctricas y la Xunta de Galicia- que continua sin aplicarse -a pesar del desistimiento de su  petición de suspensión por parte de las  eléctricas- porque la Xunta no ha realizado la misma petición o porque el Gobierno no se atreve a aplicar el Decreto sin esperar la resolución judicial –depende de la fuente a la que consultemos-. 
Lo cierto es que,  con este ambiente, con toda Europa pendiente de España y en vísperas electorales,  uno esperaría un poquito de concordia y espíritu constructivo por parte de nuestros líderes y sobre todo de los de los dos principales partidos.  Esperaríamos un consenso básico sobre regeneración ética en la política provincial; necesitaríamos una hoja de ruta pactada y elaborada con la sociedad civil sobre las alternativas económicas de la provincia y el camino para su desarrollo; desearíamos que nos hablaran claro y nos dijeran de verdad cual es el futuro de la minería, sin tapujos ni mentiras.
Unidad, honradez, firmeza, trabajo…eso es lo que deben ofrecer nuestros líderes. Pero no lo tienen. Se tiran la pelota de unos a otros. El PSOE al PP por el recurso de la Xunta contra el Decreto del Carbón; el PP al PSOE por la política municipal,  por Zapatero o por lo que sea.  Unos y otros se insultan y faltan al respeto de forma soez. El lamentable episodio protagonizado por la presidenta de la Diputación y el Sr. Llorente y su vomitivo cruce de insultos es un buen ejemplo del irrespirable ambiente que vivimos y de las cosas que les ocupan y preocupan. Lamentable y bochornoso, sí. Pero sobre todo inadmisible. Que lo sepan.

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